NOTICIA

¡Que ruede el balón!


Está claro que cuando has empezado en club y además es el club de tu pueblo, y llevas un tiempo entrenando fuera, la idea de volver a tu "casa" está siempre presente. Cuando surge la oportunidad de volver y además es para hacerse cargo del primer equipo, la respuesta no puede ser otra que hacer las maletas e ir pensando en cambiar los colores de tu pizarra.

Una pretemporada siempre es un melón sin abrir, hay mucho trabajo por hacer y muchas incertidumbres e ilusiones basadas más en emociones que en evidencias. Si además añadimos el detalle de ser un proyecto nuevo, con un cuerpo técnico nuevo y apenas dos jugadores para empezar a construir el equipo, parece que esto promete.

Pero claro, no vivimos tiempos normales. ¿Cómo definiríamos una pretemporada casi más larga que la propia temporada debido a los aplazamientos e incertidumbres sobre su comienzo debido a la COVID? Hemos tenido que aprender a entrenar con mascarilla, a seguir unos protocolos que te obligan a no compartir el elemento fundamental de este deporte: el balón. Hemos aprendido a planificar sin saber ni calendario ni número de jugadores disponible debido a confinamientos y cierres perimetrales. Para terminar, cuando finalmente todo estaba previsto para comenzar, una nevada sin precedentes obliga a suspender la primera jornada... ¿A que parece el argumento de una serie de Netflix?

A pesar de todo esto, poco a poco, con paciencia a veces y algo de nerviosismo en ocasiones, hemos podido armar un equipo que creemos que invita a soñar. La base del equipo es tal como acodamos a nuestra llegada, siguiendo nuestra forma de ver el baloncesto: gente joven, gente del club, gente del pueblo o con arraigo a él. Esto es innegociable. Pero hay que ser realistas y competitivos, y en este nivel se precisan de jugadores veteranos que den la madurez necesaria al proyecto para que pueda seguir creciendo con ilusión en base a las premisas expuestas. Queremos correr, queremos divertirnos y divertir, y como consecuencia de ello queremos ganar.

Opinamos que tenemos un equipo para jugar a varias velocidades como nos gusta. Podemos jugar con grandes cargando la zona, podemos jugar con "enanos" a morder tobillos en ataques de 8 segundos, y aspiramos a poder juntar ambas versiones para conseguir la tercera velocidad, equipo equilibrado con grandes y pequeños que sepa leer donde están las ventajas y aprovecharlas.

Ganar no es el objetivo por sí solo, sino la CONSECUENCIA de un trabajo y estilo de juego. Queremos conseguir que se nos reconozca por nuestra manera de jugar. Ataque rápido, que no precipitado. En defensa atacar a la pelota y mostrar iniciativa. En definitiva, nunca defendemos, atacamos con pelota o sin ella, pero siempre atacamos.

El objetivo competitivo de esta temporada, sin renunciar a nada, es asentar el proyecto metiéndonos en playoff de ascenso, y de esta manera preparar el equipo para afrontar el reto del ascenso en la próxima. Después como digo, la competición nos pondrá en nuestro sitio.

 

En definitiva, somos el primer equipo del club y por lo tanto el espejo al que deben mirarse las categorías inferiores. Podremos ganar o perder, la competición nos pondrá en el sitio que nos corresponda, pero lo innegociable es definir una línea de juego atractiva como referencia en el club, y por supuesto, crear el marco necesario para la subida de jugadores de la cantera. Un proyecto que no mire a la cantera es un proyecto que nace muerto.

 

¡El proyecto nos emociona, emocionaros con nosotros!

 

¡Qué ruede el balón!

 

José A. Sendón

Manolo Moreno

1ª Aut. Masc. ORO
Patrocinadores: Ayuntamiento de Daganzo ISUZU REVEIN Pizzería Boca a Boca